El Dia del cronista en Yaracuy

La Universidad Nacional Experimental del Yaracuy (UNEY) celebrò el Día Nacional del Cronista con la intervención de Carmen Elena Núñez de Stein, hija de Enrique Bernardo Núñez, el primer cronista oficial de Caracas, y cuya fecha de nacimiento, 20 de mayo, fue institucionalizada por la Asociación Nacional de Cronistas Oficiales de Venezuela para honrar, cada año, el oficio de quienes se encargan de preservar la memoria colectiva.
Con la presencia de estudiantes y egresados del Diplomado Gilberto Antolínez para la formación de cronistas, que ofrecen esta casa de estudios y la Casa Nacional de las Letras Andrés Bello, este acto permitió, también, homenajear al recientemente fallecido cronista sanfelipeño, Domingo Aponte Barrios, a quien el rector de la UNEY, Freddy Castillo Castellanos, calificó como “adalid de la crónica en el país”.
Fue precisamente el cronista de la UNEY, Antonio Rivero, el encargado de dar la bienvenida al acto y presentar a quienes integraron el presídium: el rector Freddy Castillo Castellanos; Edgar Colmenares del Valle, directivo de la Casa Bello y coordinador académico del Diplomado Gilberto Antolínez; Humberto Mata, presidente de la Biblioteca Ayacucho, y la señora Carmen Elena Núñez de Stein. Asimismo, saludó especialmente a los hijos de Domingo Aponte Barrios, Ingrid y Gilberto Aponte; a la directora del Centro de Historia del estado Yaracuy, Adriana Cardozo, y al periodista sanfelipeño Cruz Ramón Galíndez.




Al iniciar su intervención, Colmenares del Valle destacó que una vez más la UNEY y la Casa Bello unen esfuerzos para desarrollar una actividad especial y recordó el trabajo que han venido realizado los integrantes del diplomado Gilberto Antolínez. “Las cosas buenas siempre hay que recordarlas: este diplomado es único en la historia de la vida universitaria venezolana y latinoamericana. Eso se dice fácil pero en verdad es algo muy significativo... Me siento muy halagado por ser el fundador y coordinador de ese curso y por la siembra de afectos que ha significado”. En ese sentido, agregó que los integrantes de cada una de las cohortes son sujetos activos de una prédica universitaria cuyo norte es la academia hecha humanismo, hecha afecto. “Eso reconforta después de 50 años de docencia”.
Buena pluma y fortaleza ética
“Hoy es un día muy importante para la UNEY y para la ciudad de San Felipe”, dijo el rector de la UNEY, Freddy Castillo Castellanos, al dar comienzo a su participación. Destacó lo que consideró un motivo de vanidad y satisfacción: celebrar el Día Nacional del Cronista como pocas ciudades y pocos lugares en Venezuela, y con la presencia de muchos cronistas, la mayoría de ellos vinculados a este oficio gracias al programa de formación que la Casa Andrés Bello y la UNEY vienen desarrollando desde hace algunos años.
Castillo Castellanos mencionó la importancia de recordar durante ese día a dos grandes cronistas venezolanos, Enrique Bernardo Núñez y Domingo Aponte Barrios, a quienes vinculó más allá de la pluma: “Coinciden en ese rasgo que no deberíamos estar señalando como excepcional: el decoro en el ejercicio de la función pública y también en el ejercicio de la crónica y el periodismo”, dijo.
-Hoy recordamos a Enrique Bernardo Núñez, quien le sirvió a Venezuela con su pluma, no solamente por la calidad de su escritura –y podemos afirmar que esa pluma es una de las más brillantes y fecundas que ha tenido la literatura venezolana-, sino también por la decencia, por la fortaleza ética que exhibió en todo momento, en todas las épocas y en todas las circunstancias que le tocó trabajar para nuestro país, recordó el rector.
Agregó que no era posible realizar un acto en homenaje a la crónica y a los cronistas venezolanos sin honrar a quien ejerció ese oficio en San Felipe, dignificándolo. Calificó a Aponte Barrios como “generosa sombra tutelar del oficio del cronista” y como uno de los sanfelipeños más destacados, no solamente por su trabajo como escritor, su dedicación a la preservación de la memoria de la ciudad, sino también por su ejemplar función pública, en momentos en que se requiere mirar hacia las figuras que convocan, que no dividen y fragmentan, sino que buscan el punto de encuentro de todos los buenos venezolanos. “Eso fue, durante toda su vida, el trabajo, la devoción y la práctica de Domingo Aponte Barrios”.
Al saludar la presencia del presidente de la Biblioteca Ayacucho, Humberto Mata, mencionó que se trata de una de las iniciativas culturales más importante que ha tenido el Estado venezolano y que con su permanencia, su continuidad, a lo largo de varias décadas, demuestra que es posible hacer bien las cosas en el ámbito de la cultura cuando hay voluntad. “La Biblioteca se ha ocupado de Enrique Bernardo Núñez y son muchos sus títulos que han sido consultados en el Diplomado, porque allí están los primeros cronistas de Venezuela”, mencionó.
Tras estas palabras, el rector hizo una presentación de la invitada, de quien no sólo destacó su trayectoria como docente, sino también sus logros en materia deportiva y su formación integral.
Centinela de la nacionalidad
“Mi padre decía a menudo que al cronista corresponde no sólo hacer la retrospectiva de la ciudad, sino registrar el acontecer cotidiano que constituiría su posteridad”, dijo Carmen Elena Núñez de Stein durante su intervención, en la que leyó y comentó parte de unas líneas de introducción que preparó para la publicación de una recopilación de crónicas escritas por su padre.

Núñez de Stein relató parte de la vida del escritor: su infancia, adolescencia, su formación, sus condecoraciones, sus publicaciones, su trabajo como periodista, e incluso incorporó algunas anécdotas que permitieron al auditorio sentir la presencia, ya no distante, sino familiar y cercana de Enrique Bernardo Núñez.
Recordó que para su padre el cronista “viene a ser el pie de imprenta de la ciudad. Se involucra en su historia y pasa a ser parte de ella. El elemento clave será el amor que se tenga por la ciudad que lo eligió como escriba. Fuente de inspiración serán los ríos, las cordilleras, las llanuras que definen su geografía como lo serán las huellas de los que se distinguieron por su labor para engrandecerla, para proyectarla más allá del tiempo”.
Asimismo, con visible admiración, destacó que su padre no circunscribió su interés al patrimonio de la ciudad, exclusivamente. “Su visión fue mucho más allá. La máxima preocupación que mortificó su espíritu fue el país. Siempre el país... Con justicia alguien lo llamó Centinela de la nacionalidad. Un centinela cuya arma fue la pluma”.
Sentido homenaje al amigo
Después de la participación de Carmen Elena Núñez de Stein, el coordinador del espacio académico Creación y Gestión Social, Israel Jiménez Emán, leyó una de sus “Crónicas inoportunas”, titulada “Domingo Aponte Barrios: tendedor de puentes en la memoria”, en la que narra la ocasión en que acompañó al maestro a buscar las ruinas de la casa de Leonor Bernabó, en el alto Jobito.
Esta sentida lectura, que fue la de un discípulo y un amigo, sirvió de preámbulo para la proyección de un documental sobre la vida del cronista sanfelipeño, magnífico aporte de Graciano Chacón, estudiante de la tercera cohorte del diplomado Gilberto Antolínez, en el que se testimonia la serenidad y el amor por la ciudad de un hombre que a sus 87 años recorría las calles, los sitios emblemáticos y hablaba apasionadamente de su historia.
En el video es posible escuchar a Domingo Aponte Barrios decir frases como: “Me siento bien”, “He cumplido con mi deber”, “Es satisfactorio haber llegado a esta edad”. Ante la pregunta de si pudiera recuperar algo del pasado, ¿qué sería?, el cronista responde: “Recuperaría la cordialidad de la gente, el entendimiento entre los seres humanos, que es la mejor manera de vivir”. Y ante otra interrogante, tal vez premonitoria: ¿Cómo le gustaría que lo recordaran?, Aponte Barrios no vacila: “Como un amigo”. ¿Qué le gustaría que le dijera Dios al recibirlo?, le consulta el entrevistador, a lo que responde, casi al final del documental: “Te recibimos con los brazos abiertos, Domingo, porque has cumplido... Yo creo que eso sería suficiente para mí”. (Prensa UNEY)

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