Oliver Barboza conuquero narrador y portador del patrimonio inmaterial de Yaracuy




Bajo una frondosa mata de yuca de año, conversamos muy de mañana con Oliver Barboza, recién llegaba del conuco. Oliver, sale muy de mañana casi cuando el sol se levanta, a revisar un lechozal que junto con su hermano cultiva en tierras heredadas del padre, en Agua Negra, en el municipio José Joaquín Veroes.

Oliver, comparte honores junto a otros cinco personajes, al ser seleccionado para representar al Yaracuy en un evento de carácter nacional sobre Declaratoria de Portadores de Patrimonio Inmaterial ,pues recientemente clasificó en la categoría de Lenguaje, Pensamiento, y Memoria Histórica, que incluye a velorieros, cuenta cuentos, líderes comunitarios, palabreros, capitanes, vasallos, shamanes, cronistas y otros.


Según el jurado calificador fue escogido y su síntesis dice que, “Trabajador del campo, de madre cantadora, su padre fue conuquero y tamborero, es oriundo de una comunidad con gran presencia afroyaracuyana; Agua Negra población enclavada en el municipio Veroes del estado Yaracuy. De tez oscura, mirada aguda, y el acento característico del habla de los afrodescendientes, Oliver denota la genuina presencia del componente étnoafricano de la identidad yaracuyana, la jocosidad, agudeza y disposición natural de los habitantes de estos parajes, lo valoramos como un narrador de lo cotidiano, sus versos registran grandes y pequeños acontecimientos de su comunidad y de todo el municipio Veroes, igualmente estimamos como muy valiosa su creatividad inimitable y estilo único de recitar sus poemas y décimas que nacen y guarda en su memoria.”
LA INFLUENCIA DE LA ABUELA ROMUALDA
Oliver tiene 49 años en su comunidad, y cuenta que a los siete años comenzó a trabajar en el conuco con su papá, que les decía a sus 20 hermanos que no era necesario estudiar y por eso no fue a la escuela.

Pero como todo niño tuvo a su abuela Romualda Villanueva, contadora de cuentos que influyó notablemente en su vida.

Ya a los 9 años dejo de trabajar con su papá y se fue a la hacienda de la familia Gallo, allí daba de comer a unos pollos y pavos, y le pagaban cuatro bolívares diarios. Permaneció parte de su niñez y adolescencia, en ese trabajo

En estos tiempos aun la abuela estaba viva y empezó a componer, por no saber leer ni escribir, “me la metía en la mente hasta que cuadraba la poesía”
Luego, comenzó a trabajar en la finca de Vladimir Rodríguez como maquinista, allí estuvo 28 años y seguía componiendo. En esos mismos días fue la repartición de las tierras comuneras y a el le correspondió lo que fue del Central Matilde, unas 10 hectáreas cerca del rio Aroa. El dinero que le entregaron por los 28 años de servicio, los invirtió en la tierra.

Y comenzó a sembrar caña de azúcar con un crédito que le otorgaron, pero llegaron las aguas del rio y se llevo el sembradío “me dejo en la carraplana y aun estoy así, no he podio recuperarme, estoy metiendo un crédito pa´guayaba y cacao pa´esas tierras” dice.

CUIDANDO SU CREACION
Oliver, cuida su trabajo creativo, no vaya andar por ahí algún plagiador y se haga dueño de su trabajo, tal como sucedió con su abuela, que según le contó, compuso Los animales y se la contó a un señor a quien todos apodaba Monteverde, que llego al pueblo procedente de Guama. Como Monteverde también componía se apropió de Los animales.

Para cuidarse de esto, Oliver tiene una manera de escribir, pero solo él lo entiende. Por si acaso. Oliver compone cuartetas de cuatro versos, unos riman en forma alterna asonante o consonante, otros no y en ellas resalta los hechos que suceden en el pueblo.

Oliver, le escribe a las mujeres, a los hechos del pueblo ”la gente me dice que tiene miedo pues de hacer algo cuando yo estoy presente”
Y es que las cosas del pueblo las convierte en poemas.

Un hecho muy comentado fue un animal que nació y se decía que también era humano “ dicen que tenia manos y cascos era mitad gente y mitad animal” y le compuso los versos de La historia de Romulón.
Julián se compró una bestia, Chito nano la enjalmó, Ramón le puso la silla, y Tirso se la amansó, Romulón que era er último, de lo natuco el varón, tuvo amores con la bestia, y el fue er quien la conquistó, El tenía su novia gorda, la que no puedo nombrarl, un día la novia le dijo, -mira Romulón ,¿Qué haces con esa bestia,anda pa´rriba y pa´bajo ,O tienes amores con ella,o la quiere acariciarl , si sigue con esa bestialos dos vamos a terminarl?, Mañana a primera hora, la bestia voy a botarl, pa´que ninguno en el pueblo, hable de mi por detrá, Ese otro día en la mañana, había enjalmado su bestia,y hacia el cerro la llevo, allá le hizo el amorl, raquititaquitito,La subió a la loma del cerro, y de arriba la lanzo, creyó que la había matado, y la bestia se desmayó, Se vino pensativo, con un gran fuerte dolol, se oyen rumores en el pueblo, que se casa Romulón, el día del matrimonio ,de la golda y Romulon, ninguno se imaginaban, lo que podía pasal, que se aparece la bestia ,con un centauro al lado, que tenía la cara de gente, y el cuerpo de animal, se parecía a Romulón, en la cabeza cuadrá, pero la esposa le dijo, -te embromaste Romulon, aquí no vais a gozá, esta es la ley del sombrero, o te iras pa´la sabana, yo no me calo ese juego.

Y luego el tuvo amores, con otra chica elegante, hermosa y de buena educación, una muchacha atractiva , que es la hija de un doctol, pero nunca le dijeron, que sufría del corazón, el día del matrimonio, de la catira y Romulón, pongan atención señore, todo lo que sucedió, había mucha cerveza y mucho trago de ron, había champaña y whisky, y er vino a millón, ahí picaron la torta ,de la boda de los dos, se depiden de la boda, pa´disfrutá de su amor, están en el forcejeo, cuando todo sucedió, le pega una pataleta y la catira se murió, Va la noticia a que el padre, con aquel fuerte dolol, pega un grito hacia el cielo, y dijo- seguro, que fue ete burro, quien fue er que me la mato, entre llantos y suspiros ,pega un grito Romulon y dijo, no lloro tanto al muerte sino lo que se llevo, a toda esta juventud, que me presten atención, y así termina señore la historia de Romulón.
EL TRABAJO DE LOS MAESTROS
Para escribir sus composiciones, quiso aprender a escribir y cuando llegaron las Misiones, se inscribió en la Robinson, pero” ahí no daban clase un día sí y otro no, que hoy no, que estamos ocupaos” y me fui.

Pero desde la escuela del pueblo, Gran Mariscal de Ayacucho, los “maestros estaban haciendo un registro porque tenían un Calendario Productivo y me escogieron a mí como Libro Viviente y hicimos la historia local y fuimos a Caraca que se presento el calendario y yo fui”

Y los maestros hicieron una reunión entre ellos y decidieron enseñarme a leer y escribir y en tres meses lograron proporcionarle las herramientas para que escribiera sus trabajos.

Hoy, Oliver escribe todo lo que había acumulado en más de 20 años, comenta que lleva cuaderno y medio con 135 poesías.

Pero escribir las hechos del pueblo en forma poética, ya le ha traído algunos inconvenientes ”yo le compuse una poesía a unas señoras y un 24 de junio en la fiesta de San Juan, y me cayeron a botellazos y entonces les compuse otra”

Oliver Barboza, enseña la artesanía en la escuela del pueblo y es uno de seis portadores del patrimonio inmaterial de Yaracuy.
Lisbella Páez
Foto Carlos Zerpa
*Publicado en el diario Yaracuy al Día en el 2009

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